Uno de los sentidos más importantes a la hora de catar el vino es el olfato, puesto que nos brinda una experiencia sensorial y emocional. 

Nuestra memoria olfativa nos permite recordar olores que nos resulten familiares o que nos trasladen a un momento o lugar en concreto. Por ejemplo, el típico olor a champú que utilizamos cuando éramos pequeños, el olor a tierra mojada tras una lluvia intensa o el olor a ese plato tan delicioso de la abuela. Y es que a través de este sentido podemos recordar momentos de nuestra infancia, porque desde pequeños vamos adquiriendo recuerdos en nuestra memoria olfativa.

El aroma que percibimos dependerá de nuestra capacidad olfativa 

En nuestra memoria olfativa tenemos guardados los aromas que asociamos a diferentes experiencias y recordamos la emoción que sentimos en ese momento. Sin embargo, el olfato es uno de los sentidos que menos tenemos entrenados y es uno de los más importantes a la hora de catar un vino.  Por este motivo necesitamos practicar para poder identificar los diferentes tipos de aromas de una copa de vino. 

En este punto te preguntarás ¿a qué huele el vino?, seguramente habrás escuchado más de una vez que el vino tiene un ligero olor a flores o especias, esto no quiere decir que el vino en su proceso de elaboración tenga algo añadido, sino que estas palabras se usan para “etiquetar” o dar nombre al aroma que vas percibiendo y lo asocias a un olor conocido. 

Cómo puedes entrenar tu olfato

Si te interesa mejorar tu capacidad olfativa y quieres disfrutar al máximo las catas de vino, te proponemos los siguientes consejos:

1. Oler conscientemente. Sé consciente de todos los aromas que percibes en tu día a día y memoriza los diferentes aromas.

2. Selecciona 3 tipos de aromas. huele varias veces al día diferentes aromas hasta que puedas identificarlo.

3. Hazte preguntas:¿qué aroma he percibido?, ¿es un olor dulce, frutal, tostado? Tómate el tiempo para percibir cada detalle.

Cualquiera puede mejorar sus habilidades de cata practicando, así que presta más atención a los olores de tu entorno y trata de darle nombre a lo que estás percibiendo. ¡De este modo, irás enriqueciendo tu memoria olfativa y podrás extraer más información cuando realices una cata de vino!